Fútbol infantil: ¿Por qué tanto apuro?

Juan Manuel Tártara (“Tapi"), Profesor de Educación Física.
En los años que llevo trabajando en el fútbol infantil tuve la posibilidad de ver las diferentes familias alrededor de los jugadores, están los que acompañan en silencio y apoyando constantemente sea cual sea el resultado o desempeño esto permite un proceso de crecimiento constante y alegre para transitar el fútbol infantil.
También tenemos -a mi pesar- las familias que dan muchas indicaciones desde el alambrado, recriminan las acciones de todos los jugadores, árbitros y directores técnicos. Tienen la costumbre de enojarse por demás en las derrotas, generando algún castigo para sus hijos por no ganar. Generalmente son los que invierten
demasiado en los botines -que no tiene nada de malo- pero lo equivocado es que luego echan en cara el costo y presionan a su hijo para que jueguen bien, justamente “por que salen caros”.
A veces siento que van muy apurados, los procesos de aprendizaje son iguales en todos lados, debemos ir de lo fácil a lo difícil, la motivación por sobre todas las cosas, sea cual sea el resultado deportivo (que generalmente depende de un montón de variables) alentar y motivar a realizar una actividad deportiva.
El objetivo es estar en un lugar agradable, al aire libre, haciendo actividad física, y por sobre todas las cosas es "ser feliz". Es muy sencillo.
También noto que cuando un jugador anda muy bien en su categoría ya se habla de cambiarlo a otra más grande: ¿Por qué tanto apuro? ¿Es una carrera contra quien? ¿Los ayudamos o los perjudicamos?
Se debería pensar en los riesgos que puede traer algo así, al estar con jugadores más grande empieza a aparecer la duda de sus condiciones futbolísticas por no tener tanto contacto con la pelota. O, justamente, no hacer goles como en su categoría. Claro.
Sí hay algo a lo que debemos estar muy atentos es a la frustración que puede provocar todo lo mencionado más arriba y hasta a veces abandonar el deporte.pueden golpearse por que los demás jugadores son más grandes, o sentirse débiles e inferiores.
¿Están preparados madurativamente para compartir vestuario con los jugadores más grandes? El apuro: ¿Cual seria, tratar de que mi hijo cumpla el sueño que yo no pude lograr? Los formadores deben estar preparados para trabajar en las infantiles, lo más importante es que sean buenas personas, tengan paciencia, acompañar en el proceso de crecimiento, respetar la edad biológica y madurativa de cada jugador.
Debemos tranquilizarnos más como sociedad y pensar que el jugador siempre lo hace lo mejor que puede, tratando de divertirse y compartir momentos con sus amigos. El niño que empieza fútbol es porque se divierte.
Por último, hay una frase que lo dice todo: "tratar con cuidado contiene sueños".