Defender la vida con ternura y compromiso

La carta
En el Hogar Cumen Che, hace varios días que los residentes y el personal de salud que los acompaña están «encapsulados». Las horas van pasando entre juegos, actividades artísticas, chistes, risas, bailes, algún partidito de chinchón y comidas hechas con amor, sí, como leés… CON AMOR, porque en el Cumen se trabaja desde y con el corazón.
Lo que nuestras compañeras trabajadoras de la salud están construyendo colectivamente dentro de este aislamiento es de profunda admiración, le están poniendo el pecho a la tormenta, pero acá no se trata de poner el cuerpo desde el lado del sufrimiento y lo mortífero.
Nuestras compañeras están defendiendo la vida con ternura, con una profunda participación afectiva y un compromiso humano inconmensurable.
Casi nunca te enterás. Te juro. Han pasado los peores días. Incluso, los peores días después de los peores días. Al dolor de afuera le hacen burbuja; pero no porque no lo sientan, sino porque hay que seguir. «Y, estaremos hasta fin de año», se escucha. «Estaremos», dice ¿entendés? A esa fulana no le caben dudas. Quizás se salva un poco ella, pero no sé si sabe que también salva a alguno más.
Cultivan la paciencia. Se arman de Humildad. Crecen en amor. Ahí nada muere. Ahí, todo nace.