Un tal Clarete, oscuro funcionario porteño primero, y luego nacional, con el cual seguramente habremos malgastado millones de pesos pagándole un sueldo para que hiciera nada útil, el miércoles 25 celebró que el protagonista de la noticia mundial ya habría llegado al Infierno. Erraste fiero el “vizcachazo”, Clarete, ahí andarán dorándose amiguitos tuyos que ya hayan partido, e irán a acompañarlos otros cuantos que compartan tu mirada lúgubre de la existencia…

“Lúgubre” fue un adjetivo que usó estos días el músico Iván Noble, para enarbolarlo en realidad como sustantivo en plural, hablando de “los lúgubres” que pululan por todos lados (Clarete entre ellos claro está) haciendo de “este mundo un lugar lleno de fealdades”, también dijo Iván (pensador profundo). Puesto que el protagonista de la noticia global del 25N era capaz de contrarrestar a tantos lúgubres, desparramando belleza y alegría por doquier, es que millones lo lloramos, ese día, y el siguiente, y el que sigue…

Pero además de dejarnos atravesar por la pena, a cada rato desde el miércoles revivieron las bellezas sembradas en miles de millones de retinas por quien pidió una lápida que diga “Gracias a la pelota”, y resucitaron las alegrías rememoradas por miles de millones de cerebros al refrescar frases que como dardos siempre buscaban un blanco millonario y tenebroso, digamos “un lúgubre”, que apenas lo observaba dejar un rato los balones y acercarse a un micrófono temía empezar “a tenerla adentro”…

No creo que esté en el Cielo tampoco, porque es demasiado terrenal para eso. Es cierto que anhelaba juntarse con Doña Tota y Don Diego más que nada en este mundo, y lo ha logrado allí en Bellavista. Pero las ansias combinadas, las penas multiplicadas, el amor potenciado por la errónea suposición de que lo hemos perdido para siempre, en cada une y en cientos de millones, hará que “los lúgubres” como Clarete y su jefe “cartonero con offshores” no puedan tener paz, porque el promotor de los torrentes de agua salada que empezaron a moverse, gota a gota, hilo a hilo, este miércoles 25 de noviembre de 2020, seguirá fluyendo por los barros de este mundo, haciéndolos más soportables, más livianos de cargar en las espaldas de los pueblos castigados por la codicia y la injusticia (ese mural pintado en la única pared en pie, entre escombros de bombardeos, por un joven sirio capaz de delinear nítidamente un rostro, una figura, una camiseta y una bandera argentinas en medio de la devastación son la mejor prueba de que Él seguirá enfrentando la fealdad y los miedos desatados por tanto “lúgubre” suelto).

Así que, Diego, seguimos en contacto, vos nos irás tirando pistas (cual si fueran paredes en velocidad) para que sepamos cómo acercarnos al arco de enfrente, y ayudados por tu brújula meter todos los goles que hacen falta para que el partido alguna vez lo gane el Pueblo, tu querido Pueblo…