En su día les regalaron un palo de abollar ideas

Horacio Rodríguez Larreta "la tiene clara": si se trata de controlar "gente" que reclama contra políticas del Gobierno nacional, su Policía no se presenta o, si lo hace, intenta apaciguar del modo más civilizado posible (como corresponde) a ciudadanxs que increpan ferozmente, con puño cerrado y grito sostenido, a periodistas como los de C5N (el mismo Día de la Sanidad, un energúmeno canoso fue convencido amablemente de desistir en su ataque a un móvil del canal, que simplemente andaba buscando una "nota de color" por la llegada de la primavera). Pero si se tratare de opositores a la gestión porteña el tratamiento recetado es muy distinto: "duro con ellos, palo y a la bolsa".
En plena pandemia, en el Día de la Sanidad, Rodríguez Larreta manda a apalear enfermeras. Es coherente con su política aperturista, porque las terrazas y los patios de los restaurantes son para él mucho más importantes que el salario y las condiciones laborales de verdaderos héroes en estos tiempos difíciles: les trabajadores de la salud (que cobran $70 la hora extra en la ciudad más rica del país). ¡Qué gestión plena de diálogo y consenso, la porteña! (los practican, pero exclusivamente con "les propios", ya que para "les ajenos" la Metropolitana tiene sus "palitos de abollar ideas", como el genial Quino diría a través de Mafalda).
Repudiamos esta represión en la puerta de la Legislatura de la Ciudad, y abogamos porque en C.A.B.A. y en todo el territorio argentino, lxs enfermerxs sean reconocidos con justicia en su estatuto profesional, en sus ingresos salariales y en sus condiciones laborales. Lo merecían antes del coronavirus, ahora que están agotadxs pero siguen "jugándosela" a pesar de temores, angustias y destratos, sus méritos son superlativos.