No pueden parar de disparar

Otra vez, varios efectivos de la Gendarmería nacional han quedado involucrados en un caso de "gatillo fácil", que terminó con la muerte de un joven, Facundo Scalzo (20 años).
El hecho ocurrió el miércoles 17 de junio, por la tarde, en el barrio Rivadavia II del Bajo Flores, muy cerca de la Villa 1-11-14. Según la mamá de Facundo, a su hijo le dispararon 4 tiros, dos en la espalda y otros tantos en los brazos, y se acusa de homicidio calificado a tres gendarmes, que quedaron detenidos.
Cambian las gestiones nacionales en materia de seguridad interior, lo que no parece cambiar jamás es la política de los agentes de tirar primero y preguntar después. Facundo Scalzo no tenía antecedentes penales, y vivía en condiciones muy precarias: las víctimas del "gatillo fácil" siempre vienen del mismo lado...
Según se informa en el diario Página 12 (20/06): "El Comité de Crisis del Bajo Flores y el Observatorio de Derechos Humanos de la Comuna 7 emitieron un comunicado en el que expresan “bronca, enojo y profundo repudio frente al homicidio de Facundo Scalzo en manos de integrantes de la Gendarmería Nacional”. También repudiaron el crimen desde la parroquia del barrio, y los docentes del barrio, a través de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE)".
Desde el Ministerio de Seguridad de la Nación afirmaron que de confirmarse lo denunciado, los efectivos involucrados serán echados de la fuerza, además de la sanción penal correspondiente a los que los conduzca un juicio justo. Difícilmente sea un consuelo para la familia de Facundo, sobre todo para su madre, Andrea, que declaró que los gendarmes se reían cuando ella pretendía auxiliar a su hijo...