¿Qué vamos a fabricar después de esto?

Secciones - Especiales 30 de marzo de 2020 Por NEP Cooperativo
Un poema, un manifiesto que pelea contra los sentidos y la viralización casi uniforme de mensajes e información en medio de la pandemia. Un fuego de letras contra el reordenamiento del mundo, la certeza de poder dejar de vivir en un planeta horrendo. ¿Cómo seguimos?
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Por Lila Magrotti Messa

Qué arquitecturas construiremos después

y mientras tanto

qué será el cuerpo

lo vital

el contacto

lo viral

el goce

el encuentro

seremos capaces de ver algo entre las ruinas

habrá ruinas o refuerzo extremo de todo esto

podremos levantar la voz

sin que quede todo en los registros de la NSA

o se usen para vendernos cositas por mercado libre

o gobiernos

o ideas de vida

o propuestas de decoración

o recetas de pan

o fascismos de la imagen

seguimos siendo ese pozo oscuro que busca citas

por internet/

qué haremos con las oficinas si hay que volver

qué serán las calles

el tráfico

el pánico

las bocinas

la ansiedad

los relojes

el transporte público

las salitas de espera

los hospitales

la salud

será integral o biomédica

iremos hacia un paradigma

otro de la medicina

la enfermedad y la cura

será posible empezar a decir

salud comunitaria

o será de nuevo esta horrenda y deshumanizada cosa que había

esto de las prepagas alejándolo todo

de Pami ofreciendo el preludio del infierno

qué habrá en la palabra salud de acá en más/

qué es un mundo

frágil

enfermo

asfixiante

que fingía estar ciego a todo síntoma antes del estallido

y ahora sólo ve la muerte marcada con un rótulo que tranquiliza

agilizando los trámites de cualquier discurso de ataque y defensa

este enemigo que parece no ser de la misma especie

no hablar un lenguaje fácil

este bicho que tiene que ser traducido mediante maquinas

y tubos de ensayo/

es fácil pensar que esto es invisible

inasible

pero de dónde carajo viene

por qué ahora se torna importante algo que nunca lo fue

qué es un mundo energía atómica

que se frena para preservar la vida

un mundo con tanques y bombas

y camiones hidrantes a quince cuadras de casa

un mundo Palestina

Chile

Bolivia

Brasil

mi pregunta es dónde empezar a sospechar

cuando se habla de la vida

en un mundo con armas en las cinturas/

seguiremos comiendo murciélagos después de esto

comiendo carnes

agrotóxicos

galletitas con peste

leche de venenos varios

produciendo plásticos de manera disparatada

y ofreciendo discursos torpes sobre reciclaje

mientras tiramos todo en cualquier lado/

qué pasará con las suturas profundas del sistema que venimos vociferando desde los transfeminismos

qué será la universidad

los doctorados

las tesis

los barrios

el conocimiento

la investigación

el lenguaje

la propiedad intelectual

para qué servirá la escuela

qué será la iglesia

se oirán después de esto las denuncias de abuso

serán más creíbles

seguiremos viendo a nuestros abusadores libres

nos seguirán matando como moscas

seguiremos negando la identidad trans

qué vamos a hacer con toda esta sangre bañándonos

desde hace tanto

esta sociedad fundada en una masacre que llamó

campaña a la nada misma

qué será ser prócer

qué será la historia

seguiremos siendo una sociedad global que le pega un tiro a Marielle Franco

y vota a Amalia Granata

seguiremos diciendo vida

y gatillo fácil en frases separadas

llamaremos

free lance

al trabajo esclavo/

qué será la palabra libertad

autonomía

poesía

arte

adoltocentrismo

raza

patriarcado

hogar

abuso

comunidad

fuego

infancias

vegetal/

en este momento de freno aparente

y aceleración de otros ritmos

de lo semiótico proliferando

de lo material en pausa

de dependencia tecnológica para la comunicación

es necesario palpar

hacia dónde estaremos virando

será que es posible pensar colectivamente el modo de inclinar el timón

o dejaremos que la estructura siga tendiendo

tres arquitectos blancos

200 obreros marrones

casados con mujeres marrones que limpian la casa

de esos tres arquitectos

y una masa deforme les hace la contabilidad

masa que no cocina porque no tiene tiempo ni ganas

entonces otra casta se llena de granos detrás de una fritera

y le prepara combos o ensaladas fit a una masa profirenate de oficinistas

y dos o tres CEOs de empresas

otra masa sudante

les lleva esas cosas

a esa casta contable

detrás de la capa que suda

hay una mueca publicista que se arranca lo peor del alma y lo pone en un cartel

en eso nace una capa que pega

o dispone esos carteles

y otra que se dedica a programar tus deseos en los inicios de lo que sea que inicies cuando sos pantalla

luces en la cara

ahora

trabajo serial voluntario de vigilancia

yo ahora

que nos vigilo siendo esto

yo que me atrapo la lengua en estos bits

en una soledad de cautiverio

yo denunciada por estar en la terraza

ahora me siento en pleno jaque mate

de este extractivismo de datos

exacerbado

yo pensando

qué harán con toda esta data

con todos los permisos

que hoy se gestionan para circular

quién tendrá la propiedad de esos datos

qué pasará después

qué pasa ahora

qué estamos siendo

yo obsesión compulsiva

con el GPS y la ubicación del celular

con la efectuación finita de los poderes

ahora acá

estoy trabajando para

par de corporaciones que recaban y venden estos datos

que ahora soy

y entonces

le pagan un puchito de toda esa torta de guita

que hacemos así como al pasar

a tres arquitectos blancos

para que les construyan alguito

en Puerto Madero

se gentrifica el mundo

lo hacen una muestra estética cheta y bizarra

se fabrican casas vacías para hacer de airbanb un servicio fornido

en una ciudad con más de 7000 personas en situación de calle/

así:

acumulación

y disparate/

la casta que pedalea

que contabiliza

que hace publicidad

que pega carteles

que llama por call center

pagando impuestos por esa riqueza que supuestamente producen

para que después

Larreta gestione una peatonal

y dos canteros

y quienes tienen el colchón de la retórica

saben cómo fugar esa guita a Panamá

o a donde sea/

me quedo en casa

con el privilegio que eso puede suponer hoy

con un miedo tenaz al contagio

y a la propagación de la asfixia

me quedo en casa sintiendo

que mi cuerpo es un arma de alto calibre

y no puedo soportar la idea de matar

por inercia

o por terquedad

algo se adueñó de mi movimiento

el pavor, la angustia, lo mortal

reconozco en mis músculos cómo gano terreno

hay una zona que ya no me pertenece

y es el contacto con el mundo

sin una extrema fundamentación

no sólo con sus cuerpos

sino también con el aire mismo

con su mirada

con las cosas que tocaron antes

con las gotas que despidan

pensar que esos son los terrenos que me sostienen

siento un pavor profundo

perdí algo

me falta todo

ni siquiera soy un cuerpo ahora

son la posibilidad de un índice exponencial

de la muerte/

eso sí

esta casa se ha hecho mi bunker

no hago más que pensar

dibujar

editar vídeos

y escribir

necesito recobrar algo que hable de mí

necesito entender

cómo haremos

para hacer con barro otras casas

cómo hacer que la pregunta sea el lenguaje que nos damos

cómo decantar otredad de nuevo/

sobre todo me pregunto

por la posibilidad de dejar de ser una especie

gobernada por la idea

de la propiedad

propiedad privada

como defensa

como acto vital

como ley primera

como acto de supervivencia/

esta casta cínica que mató

y se apropió de un territorio

para después inventar papeles

con designios y legalidades absurdas/

me pregunto si después de

toda esta mierda seguiremos siendo

esa humanidad inerte

que acopia

guita

casas

datos personales

y papel higiénico.

 

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