En las calles de Trenque Lauquen varias veces nos manifestamos reclamando que los asesinos intelectuales y materiales del joven mapuche Rafael Nahuel Yem sean juzgados y condenados. Hace una semana, en ocasión del repudio al golpe de Estado en Bolivia, volvimos a mencionar en la Plaza San Martín el caso de "Rafita", que recibió un tiro a traición, mientras huía cerro arriba, desde un fusil de Prefectura Naval Argentina (todas las evidencias apuntan al prefecto Francisco Javier Pintos, que estuvo detenido unas pocas horas y goza de libertad gracias a fallos que sólo atienden a la protección de los intereses de los empresarios que poseen miles y miles de hectáreas en nuestra Patagonia).

Rafael Nahuel murió asesinado a manos de funcionarios que representaban al Estado argentino en cercanías de Bariloche, el mismo día que enterraban a Santiago Maldonado en 25 de Mayo (provincia de Buenos Aires). Estos dos jóvenes han quedado indisolublemente ligados por ser víctimas de la represión ante los reclamos por territorio de las comunidades originarias. Son responsables políticos de estas consecuencias trágicas de la línea directriz que impartieron desde el primer día de gestión tanto Mauricio Macri como Patricia Bullrich. Por eso se empeñaban tratando de censurar el debate público de las causas de estas muertes, porque sabían y saben que jóvenes como Rafael mueren en virtud de políticas de gatillo fácil por la espalda, como la que fomentaron a lo largo y a lo ancho de la República Argentina desde diciembre de 2015.
 
La inepta e insensible Patricia Bullrich algún día va a tener que rendir cuentas de sus decisiones como ministra de Seguridad, decisiones que costaron vidas de jóvenes como Rafael Nahuel. Esperamos que tanto el prefecto Pintos como Bullrich sean juzgados con ecuanimidad y obtengan lo que merecen en los estrados judiciales.

A dos años de su asesinato exigimos: ¡Justicia para RAFAEL NAHUEL YEM, que seguirá presente en las luchas del pueblo mapuche por la recuperación de sus territorios!