Un lugar para la sonrisa y el abrazo

Información General 30 de octubre de 2019 Por NEP Cooperativo
El domingo 27 de octubre ya se estaba pareciendo a la “utopía” definida por Fernando Birri, cineasta argentino cuyas palabras inmortalizó Eduardo Galeano: “Las utopías son como el horizonte, que nunca se alcanza pero sirve para caminar”.
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Por Pablo Carabelli

No pude votar el 11 de agosto, por estar internado. Menos pude ejercer el rol de vicepresidente de mesa que me había asignado la Justicia Electoral. Así que llegar en condiciones al día 27 del mes 10 de este año 2019 resultaba tan necesario como incierto. Lo logré, y fue una enorme satisfacción llevar adelante la tarea, en la EP N° 2, con la presidenta de mesa y lxs fiscales, de un modo tan ágil que permitió que sufragaran 283 electores sin que en algún momento la cola para votar superara los 5 o 6 ciudadanxs.

Deseaba que en esa mesa electoral, la N° 17, no ganara Macri. Por suerte se dio. Más que por suerte, ocurrió por la decisión de 109 vecinxs que colocamos en la urna la boleta completa del Frente de Todes, y de otres 26 que cortaron boleta pero incluyeron en la categoría presidencial a Les Fernández. Así superamos a lxs compatriotas (114) que por sumatoria exclusiva de boletas completas (de Juntos por el Cambio) hubieran sido primera minoría, pero que no tuvieron suficiente acompañamiento de los que optaron por cortar y agregar la fracción presidencial de ex Cambiemos (9). En síntesis, Alberto Presidente le ganó en mi mesa a Mauricio PreSCindente por 135 a 123. Un golazo.

Aquello que semejaba un “no lugar”, esa utopía que anima a caminar sabiendo que jamás la alcanzaremos, el 27 de octubre por la noche se transformó en un lugar concreto, plagado de sonrisas y de abrazos. Entre los que militaron el voto para el Frente de Todes hasta el último momento disponible, entre los que resistieron sin agachar la cabeza el “tsunami de hijoputeces”…

Porque los cuatro años de Macri no constituyeron una gestión presidencial, sino una tarea “preSCindencial” (discúlpese el neologismo). Mauricio prescindió de sus deberes como funcionario público que debe servir a los que lo votaron y a los que no también. Macri intentó prescindir de millones de argentinos que le molestaban (tampoco podía meter a más de 560 y pico en un cohete con destino lunar). No lo logró, y por ese fracaso deseo expresar un enorme ¡GRACIAS! a los millones que se lo dificultaron.

Macri ya fue, Vidal también, si vos querés se puede coexistir a pesar de las diferencias, en una Patria donde los vivos y avivados de siempre no se sigan llenando las cuentas offshore de dólares fugados, a costa del hambre, el sudor y las lágrimas de millones de argentinxs (en un país donde los laburantes no sean meros instrumentos de los que buscan dividirlos para reinar, solazándose con las desigualdades crecientes).

El 27 de octubre de 2019 llegó y pasó. No debiera ser imposible de aquí en más cultivar con ahínco la democracia, sin tanto tóxico y eslogan berreta pulverizados por aire, tierra y agua de esta sufrida y maravillosa Nación (cuyo pueblo fue impiadosamente fumigado con fake news, pero que casi en su mitad, bendito y más que suficiente 48%, supo reconocer a tiempo que lo estaban envenenando para generar los mejores negocios de la historia reciente).