Argentina enfrenta a Inglaterra en el Mundial de las reivindicaciones

(Por Ayelén Pujol) - Cuando Betty García salió al estadio Azteca y vio a las jugadoras inglesas, pensó: "¡Dios mío!". Las rivales les sacaban medio cuerpo de ventaja. Se jugaba el Mundial de México de 1971, un torneo que se organizó sin el aval de la FIFA cuando el fútbol para las mujeres era una práctica maldita. Aquella diferencia física después no importó. La Argentina ganaría 4 a 1.
La epopeya es parte de una historia ocultada durante cuatro décadas. En el mismo césped donde Diego Maradona dibujaría su corrida cósmica para anotar el Gol del Siglo y la Mano de Dios -dos obras de arte pintadas en un puñado de minutos-, Elba Selva dejaría su marca. Ella, que hoy tiene 74 años, fue la autora de esos cuatro goles.
Hay ocho pioneras que están vivas. Siete serán testigos de lo que ocurra este viernes en el estadio Ocean de Le Havre. Eva Lembesis, Blanca Brucoli, Teresa Suárez, Angélica Cardozo, Marta Soler, García y Selva viajaron invitadas por la Asociación FuArFem. Virginia Andrada se quedó en La Rioja, su provincia.
La huella que dejaron está latente hoy, y brilla. En este último tiempo llegó una ola de reparaciones históricas para las mujeres futbolistas. Estas pioneras fueron reconocidas. Eliana Stábile, la zurda que juega por el lateral izquierdo contó aquí, en Deauville -este paraíso playero en la región de Normandía donde la Argentina se prepara para el segundo partido- que conocía esa historia.
Aquellas futbolistas fueron a México sin botines, sin camiseta, sin entrenador y sin reconocimiento alguno. "Es muy bueno lo que hicieron. Nosotras, al lado de ellas tenemos todo. Yo creo que con sacrificio y esfuerzo tenemos que poder", dice Stábile, 48 años después.
Entre las mujeres, el duelo Argentina-Inglaterra incluye también estos condimentos. Detrás está, claro, la historia. La disputa territorial con Inglaterra por las Islas Malvinas, la osadía de Antonio Ubaldo Rattin, que se sentó en la alfombra roja que conducía al palco de la Reina en el Mundial de 1966, forman parte de la rivalidad. Algunos medios ingleses les preguntaron sobre la influencia de la Guerra de Malvinas en este partido a algunas jugadoras. Ninguna vinculó el conflicto con el partido.
Aquí las mujeres no parecen sentirse identificadas por las historias de los varones. "Para nosotras este partido es igual al que jugamos con Japón. Yo no tengo ningún rencor, vamos a salir a jugar como todos los partidos. Y va a ser difícil, pero yo creo en este equipo, siempre tenemos la fe intacta", dijo Adriana Sachs.
En el historial hay otro partido, además de la hazaña del estadio Azteca. En el Mundial de 2007, en China y ante 30.000 personas, Argentina perdió por 6 a 1. Fue el tercer partido de una zona dolorosa: el equipo venía de caer por 11 a 0 ante Alemania (que fue el resultado más abultado en un Mundial hasta que Estados Unidos venció a Tailandia por 13 a 0 aquí) y contra Japón por 1 a 0.
Vanina Correa, Belén Potassa, Gabriela Chávez y Mariela Coronel estuvieron en aquel plantel, 12 años atrás. La situación es diferente: con mayor apoyo por parte de la federación y 9 futbolistas jugando en el exterior, la Argentina buscará aguantar el resultado ante la número 3 del ranking FIFA.
Carlos Borrello también fue el DT de aquel equipo que se había clasificado a la Copa del Mundo después de coronarse campeona en la Copa América 2006. Sin embargo, en la final que le ganó a Brasil en el estadio Mundialista de Mar del Plata, recordó que en el estadio sólo estuvieron familiares de las jugadoras. "Eso quedó ahí, no teníamos roce internacional ni partidos FIFA. Entrenábamos y sólo eso. Las jugadoras tienen que empezar a tener roce y conocer la presión de un rival potente. Por suerte ahora lo empezamos a hacer y la idea es continuarlo", dijo, en la conferencia de prensa.?Ahí mismo, después de reconocer el campo de juego en el Stade Ocean de Le Havre, Ruth Bravo deseó que el resultado contra las inglesas fuera el mismo que consiguieron aquellas Pioneras: "Sin su lucha y sin abrirnos el camino, el mismo que ahora nosotras le estamos abriendo para las generaciones que vienen, no hubiésemos logrado mucho de lo que estamos logrando. Va a ser un placer que ellas nos estén viendo desde ahí". (Fuente: Diario La Nación).