Hoguera 2.0

Derechos Humanos 22 de mayo de 2019 Por NEP Cooperativo
Dos personas en situación de calle fueron prendidas fuego mientras dormían en el barrio de Mataderos. La escena quedó registrada en un video que se viralizó.
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Por Lila Magrotti Messa

Dormir en la calle es un mundo dentro de éste y sobre todo una posibilidad amplificada/ engrosada/ extendida y extendiéndose, en los últimos años. No sólo el estar en calle se tornó experiencia masificada, sino las violencias múltiples, institucionales, civiles, corrientes, las barridas, los tachos con tarjeta para ahuyentar cartoneros en la nueva calle Corrientes pero también los conteiner que en Puerto Madero hace años que tienen candados para que linyeras y muertosdehambre no rebusquen en las cosas que otros ya no pueden tragar. Cajeros automáticos cerrados para que nadie duerma en sus lindos pisos lustrados.

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Puerto Madero, CABA (Fotos Lila M.M.)

Sobre Corrientes una piba joven le pasa el peine fino a una niña de menos de dos años, se armaron una pieza en el umbral de un banco, del otro lado duerme siempre la misma pareja, algunos días hay un perro. Esa escena replicada en cada cuadra, por cada barrio, así despunta la Buenos Aires de Larreta, quien hace algunos días declaró que "en realidad tenés más gente que viene a pasar el día, que viene de la provincia a pedir en la calle y se vuelve. Gente durmiendo a la noche en la calle aumentó un poquito”.

Según el conteo que el Gobierno de la Ciudad toma como verídico, en 2017 había unas 1066 personas en situación de calle y en estos dos años aumentó a 1091. En 2017 se realizó el primer Censo Popular de Personas en Situación de Calle, un atrevimiento sostenido por organizaciones populares negadas a darle la razón a los números vergonzosos del conteo oficial: 4394 fue el resultado, pero no se trata sólo de pelea por números, se trata de tornar visible eso que quieren tapar con canteros y carteles que dicen que el narcotráfico disminuyó y entonces estamos avanzando en serio y que las vecinas deben juntar la caca de sus perros.

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Durante el mes pasado se realizó el segundo Censo de Personas en Situación de Calle. Parece fácil decirlo así pero es un trabajo de coordinación extrema que hicieron las organizaciones sociales, pensar zonas, armar circuitos, confeccionar los formularios, imprimirlos, distribuirlos, tramar lazos, armar una logística, formaciones para aprender a usar las planillas.

En medio de esa coyuntura, se viraliza este video que resuena con otros pero sobre todo con ese en donde a una persona en situación de calle se le hacía un tacle como si fuera una broma. Entonces lo que se activa, más que palabras para analizar, son preguntas en torno a las cuales trazar un pensamiento que no nos deje indemnes en la angustia sino en la alerta de lo que debe moverse ante lo normal.

¿Para quién es el mensaje? ¿Qué pasa cuando la violencia cotidiana sobre los cuerpos en situación de calle se torna crueldad efectivizada? ¿Qué es la crueldad hoy? ¿Qué aspectos tiene? La deuda que habitamos ¿es sólo con el FMI o es una deuda cultural, social, afectiva con los modos humanos de habitar los espacios, las vidas, los lazos, los mundos? ¿Qué tipo de lazos se desmoronan para que esta acción sea premeditada, realizada, filmada y viralizada? ¿Qué pasará con quienes lo vean como una broma y se rían? ¿Qué pasa con quienes los vemos como un mensaje claro sobre los modos sociales en que nos estamos relacionando?

Si las hogueras son hijas sanas de los modos de entramar, entender y construir de una sociedad en cada momento, si a las hogueras se manda todo eso que hace ruido, que no se quiere ver, que esta prohibido ¿qué nos dice hoy ésta hoguera? ¿Qué intentan purificar con este fuego? ¿Será que se los condenó por visibilizar que el mundo gira alrededor de la miseria y la exclusión? ¿Qué lugar sigue ocupando el espectáculo de ello? ¿Qué se activa en los cuerpos al ver una tortura?

Como en las violaciones colectivas otra pregunta que nace con fuerza es ¿qué pasa con este complot, con esta organización conjunta y premeditada de un hecho obsceno pero posible, efectivo, vivo, dado, registrado?

¿Qué mundo somos cuando prendemos fuego a dos cuerpos que duermen en la calle?

Si algunas “noticias” tienen la tenebrosa magia de casi dejarnos sin palabras, al menos, que habiliten las preguntas como modo de hacer frente al nudo en la garganta, en el pecho, en la bocha.