¡No se hacen!

Secciones - Especiales 01 de febrero de 2019 Por NEP Cooperativo
Una nueva historia de "El Capo" y sus secuaces.
ELCAPO3

Estaba sentado en su despacho planificando y agendando reuniones. El 2 tengo la
reunión sobre los tordos, anotó. El 3 la reunión sobre los mosquitos. El 4, la reunión sobre
el seguimiento del face de los empleados. El 5, la reunión sobre la importancia de las
reuniones que tengo…
- No se hacen!- afirmó, irrumpiendo en la sala, mientras giraba la cabeza a un lado y al
otro. - No se hacen!
Él miró rápidamente su agenda y vió que no tenía registrada ninguna reunión con Cruella,
pero allí estaba.

- No se pueden hacer. Es un gasto de locos. Para que un montón de negritos corran por la
calle mientras 3 o 4 carros pedorros circulan estúpidamente. Palito me dijo que él no
venía. Donald está en otra. Lo del desfile de aviones fumigadores no fue aceptado. El
Pepe dice que él no es ningún payaso.

- Qué poco compromiso de parte de los correligionarios. Bueno, hagamos un cursito de
algo y algún baile privado.

- Escucha: “Está triste, le va mal. Vaya a Ferro en carnaval”. Ay! Si palito viniera, sería
todo tan 70. Seguridad, alegría, mi juventud…
El capo y Cruella se pararon, mirándose: “La felicidad, ah, ah, ah, ah. De sentir amor, oh,
oh, oh, oh”…
La puerta se abrió violentamente.

- No puedo más, doctor. No puedo. Cámbieme de área. Me duelen los dedos de escribir
apercibimientos a los empleados. Y el corazón. Yo escucho a León Gieco y leo a Galeano.
Las contradicciones éticas a las que me ha llevado me están enfermando.

Cruella miraba con la boca entreabierta. El capo sonrió paternalmente.

- Tómese unas vacaciones.

- Ya las tomé, Doctor.

- Tómese otras, entonces. Lleve consigo el pendrive que le di. Ahí, como habrá
escuchado, está la mejor compilación de discursos de nuestro presidente. Vaya al Comité,
cante la marcha, haga un mural. Y déjese de joder

- Se hace los corsos Cruella?

- No querido, pero va a haber un baile. Te consigo entradas?

- Dios mío, dios mío- salió lloriqueando rápidamente el hombre.

- Que pena este muchacho- deslizó Cruella- Te gustó el mural de Illia, Capo?

- Se lo ve un poco triste, si querés mi opinión. Pero está gauchito.

De golpe, el chiquitisecretario entró con una bolsa colgando del hombro

- Qué hago con esta pata, jefe. Mi señora necesita el freezzer-, dijo compungido.

- Ya sabe lo que tiene que hacer, caballero. Espere a la noche, agarre la pala y enfile pal
basurero. Que no lo vean.

Cruella y el doctor se dan la mano. Se paran. Y moviendo las caderas vuelven al ruedo:

“Tirate al río en la parte más profunda
Y después cuando te hundas
Si querés podes gritar"

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