Alpargatas cerró su planta en La Pampa y echó a 130 obreros

(Diario La Arena) - La firma, que en el año 1991 llegó a tener 1.300 empleados, comunicó a las 9.30 horas de la mañana que presentó una “situación de crisis” y que las empresas de Catamarca y La Pampa estaban afectados en el despido total.
“La planta cerró definitivamente y avisaron que los telegramas iban a estar llegando por estas horas y que en el cuarto día hábil iba a estar llegando la indemnización completa de cada trabajador”. En el año 2015, la firma tenía 400 empleados y fue desmantelada lentamente, al punto tal de cerrar. En marzo, habían desafectado a 73 trabajadores. “Tenemos una tristeza enorme”, lamentó Medina.
En el país solo quedaron abiertas las plantas de Tucumán, Bella Vista -ambas con un recorte importante de personal- y Florencio Varela (que podría correr la misma suerte que La Pampa).
Desmantelada
Los empleados llegaron a trabajar el lunes de manera normal, como cada día. Pasadas las 9 de la mañana, fueron avisados sobre la mala noticia. A partir de allí uno por uno fueron retirándose del lugar. Algunos con lágrimas en sus ojos y tantos otros con la cabeza gacha y hasta con insultos al aire dirigidos al Ejecutivo nacional.
La decisión no discriminó a nadie. Echaron a todos. Desde los gerentes, administrativos, contadores, médicos de la planta, jefes de sectores, supervisores; todos. Sólo quedarán dos o tres integrantes del sector administrativo para que aquellos que quieran retirar recibos de sueldo y demás documentos puedan hacerlo en un tiempo no mayor a los dos meses. Después no quedará nada, será desmantelada completamente.
En este sentido, y tras conocerse la novedad, Medina dialogó con los medios locales y reconoció que la decisión se había tomado “el pasado jueves” en una reunión llevada a cabo en Buenos Aires: “la planta lo quería hacer efectivo el 30 de septiembre, pero hice hincapié en que no se dilatara más y que se comunique a los compañeros porque no se les puede estar mintiendo a ellos que han dado todo por la empresa y que tienen (tenemos) sentido de pertenencia”.
Políticas de Macri
La semana pasada la firma vendió su marca (Topper) a un empresario brasileño, Carlos Wizard Martins. Pero ese no es el único fundamento para que Alpargatas decidiera echar en forma despiadada a 132 personas que contaban -en muchos casos- hasta con 30 años de antigüedad y que crecieron junto a la empresa. Algunos se van con 55 años, otros con 58 y hasta con 60 años. “Es lamentable. Las políticas del Gobierno llevaron a esto”, sostuvo el entrevistado.
“Los capitales brasileros que compraron la empresa dicen que no les conviene trabajar con capitales argentinos porque ‘da pérdida’. Es el principal argumento que dio Alpargatas el jueves en la reunión. Dicen que no les conviene trabajar con la economía argentina”, aseguró.
Los trabajadores incluso “sabían” -tras la adquisición hecha por los brasileros- “que la situación era crítica”, pese a que la empresa estaba produciendo hasta momentos antes de cerrar.
La empresa podría haberse declarado en quiebra, sin embargo Medina desestimó ello porque “si se declaraba en quiebra se corría el riesgo de hasta que indemnizaran hasta con el 50 por ciento de situación de crisis a los compañeros”.
Promesa incumplida
En cuanto a la situación, el gremialista aseguró que el subsecretario de Trabajo de la Provincia, Marcelo Pedehontaá, lo llamó para reunirse. “Me dijo que estaban en conocimiento que la situación era muy crítica. También dijo que Alpargatas incumplió la promesa que le hizo al gobernador (Carlos Verna) de mantener la empresa activa. Y no creo que la Provincia pueda absorber a 130 trabajadores”, indicó Medina.
-¿Qué van hacer los trabajadores de ahora en más?
-No sé. Yo soy un despedido más. Hay gente con muchos años de antigüedad, otros con menos años. De acá en más lo desconozco. La incertidumbre es muy grande y es muy difícil cuando se dan, en muchos casos, despidos de empleados de 60 años, como en mi caso, o de 48, lo que es muy difícil, no hay apertura laboral para esa edad.
“El peor día de mi vida”
Las historias en torno al cierre definitivo de Alpargatas en Santa Rosa se tejen con dolor y se conocen en cada uno de los testimonios de los que sufren el despido. Cerca de las 10 de la mañana se retiraban los últimos empleados que, entre lágrimas, daban una última mirada hacia el interior de la fábrica que estaba ya con el portón de doble hoja de hierro cerrado. “Mañana iba a cumplir 29 años de antigüedad”, dijo Teresa Vázquez a LA ARENA. Otra de las mujeres que no encontraba consuelo era María, que llevaba ya 28 años trabajando para la firma, “toda una vida”.
Entre los tantísimos casos también está el de Luis, que prácticamente cerró la planta. Tiene 51 años, es nativo de Jujuy, y trabajaba desde hace 31. “Siempre dije que la empresa era mi segunda casa; entre buenos y malos momentos, pero me sentía bien acá”, dijo el hombre en diálogo con El Aire de la Mañana (Radio Noticias 99.5). En medio del lamento, el obrero expresó: “Hoy es el peor día de mi vida, todavía no caigo”.
En este sentido recordó que le dieron la noticia de su despido a media mañana de ayer: “entramos a las 6, como siempre, me dijeron que cerró la planta de Catamarca y a las 9.30 vino el delegado gremial, nos juntó a todos, y nos dijo que estábamos todos despedidos”, rememoró y afirmó que nunca se imaginó recibir una noticia como esa. “Con la compra de este accionista de Brasil, teníamos una esperanza, pero algo no cerraba”, sostuvo. A modo de cierre Luis dijo: “no responsabilizo a la empresa sino al Gobierno nacional, esto es responsabilidad de ellos”.