POEMA NEGRO

Resisto. El mundo va carcomiéndome
De a poco. Como los caracoles quedan secos,
así mi amor se va resecando. Pero resisto,
Resisto inútil e idiotamente al odio de morir
Sin más, bien muerto y bien requetemuerto.
Cáscara hueca he llegado a ser en mi sentir.
Dirá mi esqueleto ni siquiera torpe, bailoteándome los insectos:
-Tu sí que eras gracioso, parecías un geranio
No me caerá bien el chiste ni siquiera allí.
Ya no sere, aparte, omnivoro, ni vertebrado ni erecto,
Solo un pedazo de tierra tal vez no del todo esteril.
¿En eso tengo que basamentar mi risa? Es tan tremenda
la estupidez humana que me da asco de mi mismo
y lloraría si pudiera diariamente cien lágrimas acumulándolas
en un caliz de cristal, emblema de lo que ha sido para mí
vivir: sólo grados distintos del mismo sufrimiento.
Juan Pablo Añino
